Antes de comenzar pondré las piezas más IMPORTANTES para un Modelo mínimo de para que sea un buen PC GAMER:
Vídeo con todas las especificaciones bien explicadas:
¿Por qué comprar un PC gamer por piezas?
Esperamos que ya estés convencido del todo, pero si no es así, antes de entrar en materia vamos a darte algunas buenas razones por las que debes comprar tu PC gaming por piezas y no uno ya prefabricado:
1. Puedes personalizar tu ordenador como quieras. Probablemente este es el motivo más importante de todos. No es lo mismo si solo vas a utilizar el PC para tareas de ofimática y navegar por Internet, que si quieres jugar con él a los últimos títulos del mercado. Al comprar un ordenador por piezas puedes elegir tú mismo cada componente, dependiendo del resultado final que busques.
Normalmente, los PC que se encuentran prefabricados en las tiendas de informática o las grandes superficies están destinados a un uso genérico, y puede que una vez que empieces a usarlo te des cuenta de que no se adapta a tus necesidades.
2. Consigues un equipo más equilibrado. Siguiendo lo expuesto en el motivo anterior, las características de los ordenadores ya montados suelen responder a motivos de marketing, por lo que potencian más los elementos que resultan más atractivos al gran público.
Por ejemplo, es muy común encontrar equipos con una placa base muy limitada y una fuente de alimentación muy barata pero con especificaciones exageradas en otros aspectos, como discos duros de gran capacidad, algo que no es, ni de lejos, lo más importante.
Eso mucha gente lo desconoce, y lo compran pensando que se llevan a casa un gran ordenador cuando en realidad no lo es.
3. Ahorras dinero pero consigues un ordenador más potente. Vale, para muchos puede que este sea el motivo más importante de esta lista. Si compras un ordenador prefabricado estarás pagando una parte a uno o más intermediarios (quien monta el equipo, quien pone la marca, quien lo comercializa…), por lo que el precio final se ve elevado.
En cambio, fácilmente puedes comprar tú mismo las piezas y hacer el trabajo de montaje. Y si no te atreves, puedes llevarlo a que te lo monten en un taller o tienda, y aún así te saldrá más barato (no suelen cobrar más de 30 o 40 euros).
Además, de esta forma tienes la opción de buscar las mejores ofertas por Internet y comparar entre marcas y comercios, en lugar de pagar un precio fijo en un conjunto que no puedes modificar.
4. Tienes más capacidad de mejora. Si pasado un tiempo quieres renovar algún componente, tendrás un mayor margen para ello. En primer lugar, porque sabrás exactamente qué hay dentro de tu PC y qué cambios necesita. Y en segundo lugar, porque es algo que puedes prever con antelación, instalando tecnologías nuevas o al menos que no estén desfasadas.
Con un PC prefabricado, en cambio, puede que un día quieras ponerle una CPU mejor y te encuentres con que la placa base no la soporta y también tienes que cambiarla.
Y por si fuera poco, es posible que si abres y realizas alguna modificación en un equipo ya montado, pierdas la garantía, algo que no sucederá con las piezas que hayas comprado de forma individual.
5. Evitas la instalación de programas basura. Cuando compras un ordenador, suele venir con un montón de programas que luego no usarás (también llamado bloatware). Además de ocupar espacio en el disco duro, estas aplicaciones pueden ralentizar el sistema.
Sin lugar a dudas, es mejor que hagas este proceso tú mismo, descargando los programas que necesites e instalando el software que viene con tus componentes sólo si los crees útiles.
6. Aprendes mucho sobre hardware. Aunque seas un completo novato, si haces una mínima labor de investigación para saber cómo montar tu propio PC, en pocos días tendrás los conocimientos suficientes para no perderte cuando te hablen de términos especializados. De esta forma, será más difícil que cualquier vendedor de unos grandes almacenes te pille desinformado y “te cuele” algo que no necesitas o que no cumple con tus requisitos.
Esta ventaja también supone que ante cualquier problema podrás abrir la torre, echar un vistazo y solucionar posibles problemas que te surjan (aunque por supuesto los habrá más complejos, para los cuales necesitarás la ayuda de un profesional), sin que ello te asuste.
7. Es divertido. Si eres nuevo en este mundo es posible que esta razón te suene extraña, pero es cierta. Los aficionados al gaming y al mundo del hardware adoran leer sobre componentes y configuraciones, debatir, investigar y finalmente construir su propio PC.
Puede que en tu caso no alcances tal entusiasmo, pero sí puedes planteártelo como un reto personal. Y una vez que hayas acabado, disfrutar de un ordenador que ha sido configurado y montado por ti mismo seguro que te proporciona una satisfacción que difícilmente vas a sentir con un ordenador ya montado.
Excepciones: Cuándo comprar un PC prefabricado
Por supuesto, hay algunas excepciones a todo esto, y a veces comprar un PC por partes no es la mejor opción.
Si no te interesa en absoluto conseguir la mejor calidad-precio y quieres comprar YA un ordenador, sin perder el tiempo ni esperar a que te lleguen las piezas, entonces adelante. Compra un PC completo. Pero ten en cuenta que puede que incluso en ese caso, si luego tienes algún problema o tienes que mandar todo el ordenador a reparar en lugar de reemplazar tú mismo la pieza problemática, al final acabarás perdiendo más tiempo del que hubieras invertido con el método que aquí te mostramos.
Cómo configurar tu PC Gamer
Estableciendo un presupuesto
El primer paso para empezar a configurar tu equipo gaming es establecer un presupuesto. Esto dependerá de tu capacidad de ahorro, de tus gastos e ingresos mensuales y sobre todo de lo que estés dispuesto a gastarte en tu nuevo PC.
También tendrás más margen para establecer un presupuesto más alto si estás planeando montar tu equipo con tiempo de antelación. De esta forma, podrás ahorrar durante algunos meses y así hacerte con unos componentes de más calidad.
En cambio, si quieres disfrutar de tu nuevo ordenador YA, lógicamente tendrás más restricciones y deberás conformarte con una cantidad menor.
Pero, ¿cuánto dinero necesito para tener un PC gamer? Esto te va a encantar: es posible hacerse con un ordenador para jugar con bastante poco dinero, como mínimo con unos 300 euros. De hecho, ese es el importe que destinamos a nuestra configuración más barata, y os aseguramos que os proporcionará una experiencia de juego bastante satisfactoria.
De ahí en adelante, todo depende de lo que quieras gastar. El límite es el cielo (y tu economía, claro). Sin embargo, creemos que para un PC gaming con unos 1.800 o 2.000 euros tienes todas las necesidades cubiertas, y ya puedes optar a tener lo mejor de lo mejor.
Evidentemente, esto es como un pozo sin fondo, y siempre puedes echarle más y más dinero. Pero a partir de ahí, las mejoras apenas van a ser percibidas.
Pero ojo porque estamos hablando de un equipo puramente para jugar. Si vas a realizar otro tipo de tareas exigentes a nivel profesional, como edición de video o diseño 3D, entonces es posible que sí necesites gastarte más en un sistema más potente.
Así que si estás entre los afortunados que puede gastarse más de esa cantidad, lo que te recomendamos es que guardes algo para poder mejorar tu equipo en el futuro, ya que en la industria del hardware todo evoluciona muy rápido, y dentro de unos meses o un año es posible que te encuentres con que un revolucionario componente acaba de salir al mercado y lo quieres sí o sí.
Eligiendo los componentes adecuados para tu PC gamer
Una vez que ya tenemos una idea aproximada de cuánto nos vamos a gastar en nuestro ordenador, lo siguiente que tenemos que elegir es decidir su configuración, es decir, qué componentes o piezas lo van a conformar.
Esta es una de las fases más apasionantes de comprar un PC por piezas, sobre todo si es tu primera vez. O al menos, lo es para nosotros, ya que nos encanta leer sobre hardware, contrastar opiniones, buscar los mejores precios… ¡Y seguro que a ti también te divierte!
Sin embargo, a poco que empieces a investigar por la red para buscar las mejores configuraciones, es posible que si no tienes muchos conocimientos sobre hardware te sientas un tanto abrumado con tanto componente: procesador, placa base, tarjeta gráfica, disco duro, RAM…
Si es así, y todo de suena a chino, no te preocupes, porque en este artículo vamos a explicar brevemente qué es cada pieza y para qué sirve.
Para empezar, las piezas que tienes que comprar para hacer funcionar tu PC gamer son las siguientes:
- Procesador o CPU
- Tarjeta gráficas
- Placa base
- Memoria RAM
- Almacenamiento (Disco duro o disco SSD, o ambos)
- Fuente de alimentación
- Caja o torre
- Monitor
- Periféricos
A continuación os explicaremos cuál es la función e importancia de cada una de ellas:
Procesador o CPU
El procesador o CPU es, por usar una analogía humana, el cerebro de un ordenador. Es el encargado de que todas las conexiones funcionen correctamente y de procesar todos los datos que recibe.
Por ejemplo, si pulsamos una tecla o pinchamos en un archivo, la CPU es la que interpreta la acción que queremos llevar a cabo, y la ejecuta: abrir un programa o una foto, cambiar un ajuste, borrar un archivo…
Dicho así parece una tarea sencilla, pero todo se complica cuando nuestro PC comienza a dar decenas de órdenes al procesador de forma simultánea, unas dirigidas por nosotros y otras ejecutadas automáticamente, por ejemplo por programas que se encuentren funcionando en segundo plano o tareas de mantenimiento programadas. Y en el caso de que estemos realizando varias tareas pesadas a la vez, este trabajo se vuelve aún más exigente.
Aquí puedes ver los MEJORES PROCESADORES
Cuando hablamos de gaming, la CPU es responsable de reproducir todo ese complejo mundo que los desarrolladores de un juego han diseñado, y de hacer reaccionar a nuestro personaje y a su entorno a nuestro antojo, según los comandos que ejecutemos.
La principal característica de todo procesador es su número de núcleos. A mayor cantidad, mayor potencia. Técnicamente, al doblarse el número de núcleos se doblaría también el rendimiento, pero en la práctica la diferencia no es tan mayor; solo del 50% aproximadamente. Esto se debe a que también entran en juego muchos otros factores, como el software interno de la unidad, la velocidad de frecuencia del reloj, las instrucciones por ciclo, el número de hilos, etcétera.
Por todo ello, el procesador es sin duda el componente más importantede todos. Podemos decir con total seguridad que la principal diferencia entre un ordenador potente y otro que no lo sea, se encuentra en esta pieza.
Placa base
Si suponemos que la CPU es el cerebro de nuestro equipo, la placa base es como el sistema nervioso: se encarga de que el resto de las piezas se comuniquen entre ellas con fluidez y puedan llevar a cabo las acciones que les ordena realizar la CPU.
Un error común en el que cae mucha gente es pensar que comprar una placa base más cara les va a garantizar un mejor rendimiento a la hora de jugar, pero no es exactamente así. La función de una placa base, como hemos dicho, es que todas las piezas funcionen correctamente, pero a un nivel básico no afecta demasiado al rendimiento.
Aquí puedes ver las MEJORES PLACAS BASE
Lo que sí puede garantizarnos una buena placa base es que tengamos la opción de añadir todas las conexiones y componente que queramos, y que estos sean de última generación. Por eso, comprar una placa base de calidad y moderna nos brinda mayores opciones de expansión en un futuro.
Por último, también determinará la estabilidad y fiabilidad de nuestro sistema. Para ello es fundamental que utilice materiales de buena calidad y regule bien el voltaje de todo el equipo.
Tarjeta gráfica
Junto con el procesador, la tarjeta gráfica es la que decidirá la potencia y capacidad de tu PC gaming. Siguiendo con el mismo símil que venimos utilizando, si el procesador es el cerebro, es decir, el que pone la inteligencia, la tarjeta gráfica es el músculo, la que se encarga de realizar el esfuerzo físico.
Es importante encontrar un buen balance entre ambas piezas, de forma que no se produzcan muchos desequilibrios. Si tenemos una CPU muy potente pero una tarjeta gráfica básica, esta se va a ver desbordada y no va a ser capaz de reproducir los gráficos de un juego con el suficientemente detalle. Por lo tanto, no estaremos aprovechando al máximo la CPU. Y si ocurre al revés, será la CPU la que no pueda procesar la cantidad de detalles que sí puede producir la tarjeta gráfica, y será igualmente un desperdicio.
Aquí puedes ver las MEJORES TARJETAS GRÁFICAS
La tarjeta gráfica puede venir incorporada en la CPU o comprarse de manera independiente. Esta última opción es la más recomendable para el gaming, aunque si vas muy justo de presupuesto también puedes optar por la primera vía y aún así disfrutar de los juegos a una calidad bastante decente. A estos procesadores con chip gráficos integrados se les llama APU.
Memoria RAM
Es la memoria principal de un PC, aunque muchos usuarios poco experimentados creen que ese papel corresponde al disco duro.
Las siglas RAM son resultado de las palabras Ramdom Access Memory o Memoria de Acceso Aleatorio, que significan que esta memoria puede acceder de forma independiente a cualquier byte de información. Por contra, los discos duros leen y escriben la información por sectores o bloques de bytes (al menos los HDD o discos tradicionales).
La RAM sólo almacena los datos mientras el ordenador está encendido, algo que también la diferencia del disco duro. La información que guarda es la que necesitan los distintos programas para trabajar. Es, por así decirlo, la memoria a corto plazo, mientras que el disco duro sería la memoria a largo plazo (guardamos en él los archivos y podemos recuperarlos cuando queramos).
Aquí puedes ver las MEJORES MEMORIAS RAM
El valor más importante de esta memoria es que la CPU puede acceder a ella de forma muy rápida. Con una buena RAM, tanto por velocidad como por capacidad, nos aseguramos de que los programas funcionen sin ralentizarse. Sin embargo, existe un punto en el cual apenas servirá de nada añadir más memoria RAM. Por eso lo normal es contar con 8 GB o 16 GB; por encima de esta cantidad no notaremos beneficios, a no ser que trabajemos en entornos multitarea y altamente exigentes (edición de video, por ejemplo).
Almacenamiento
Es la segunda memoria con la que cuenta nuestro PC, la de largo plazo y una lectura y escritura más lenta, como decíamos anteriormente. Lo usamos para instalar los programas y el sistema operativo y almacenar todos los archivos que queramos mantener en nuestro equipo (música, fotos, vídeos, archivos de texto…).
La cantidad de disco duro no repercutirá en el rendimiento del sistema. Únicamente tenemos que valorar la cantidad y tamaño que queremos almacenar. Sí es importante la velocidad de lectura y escritura, ya que de ello dependerá el tiempo que tengamos que esperar para copiar archivos, iniciar el sistema y demás.
En cuanto al gaming, se trata de un componente secundario, ya que no influye directamente en la calidad gráfica ni la fluidez. Aunque por supuesto, necesitas un mínimo de espacio para poder instalar tus juegos.
Aquí puedes ver los MEJORES SSD
Existen principalmente dos tipos unidades de almacenamiento: los HDD(Hard Drive Disk) y los SSD (Solid State Disk). Los primeros son los tradicionales, más lentos pero más baratos. Los segundos son de una tecnología más avanzada, mucho más rápidos pero también más caros.
Lo ideal es contar con un HDD de gran capacidad para almacenar los archivos más comunes y un SDD de menor capacidad en el que instalar el sistema operativo y los juegos, con lo que se acortan de forma importante los tiempos de carga.
Fuente de alimentación
Esta es una de las piezas más subestimadas cuando se trata de comprar un ordenador ya montado, ya que poca gente se para a mirar el modelo y la potencia de la fuente de alimentación. Pero se trata claramente de un error, ya que una fuente de alimentación de mala calidad puede hacer que nuestro equipo se sobrecaliente y el resto de piezas se dañen.
Además, una potencia limitada hará que la CPU y la tarjeta gráfica no reciban la energía suficiente que necesitan para funcionar, por lo que el equipo se verá empujado hasta el límite a poco que lo pongamos a prueba.
Aquí puedes ver las MEJORES FUENTES DE ALIMENTACIÓN
Como norma general, no deberías comprar ninguna fuente por debajo de 450 W, aunque es mejor pasarse que no quedarse corto. Para tarjetas gráficas más potentes (o que no tengan una gran eficienca energética), o si piensas instalar dos tarjetas, definitivamente necesitas más potencia.
Una buena fuente de alimentación también aprovecha mejor la energía, lo que redundará en un mayor ahorro en electricidad. Para asegurarte de que no se pierde mucha energía, busca un modelo con certificado oro, plata o bronce.
Caja o torre
Es el esqueleto dentro del cual montaremos nuestro equipo. Es importante que cuente con el espacio suficiente para acomodar todas las piezas y sobre todo que permita una buena circulación del aire. De esta forma, el sistema no se calentará en exceso.
Además, es aconsejable no elegir cajas demasiado frágiles o construidas en un material demasiado barato o plasticoso, ya que al fin y al cabo es el elemento que protege al sistema de los golpes y otras agresiones exteriores.
La caja que elijamos también condicionará el número de conectores que tendremos a nuestra disposición (puertos USB, salida para auriculares, etcétera). Y aunque para muchos pueda ser un aspecto secundario, también definirá la estética de nuestro equipo, algo que aunque no influye en absoluto en su rendimiento, sí que puede hacer que nos sintamos más a gusto con el PC que acabamos de montar. Y es que, ¿a quién no le gusta presumir de ordenador molón ante sus amigos?
Aquí puedes ver las MEJORES TORRES PARA PC
Esto es, en esencia, todo lo que necesitáis para comprar un ordenador por piezas de ensueño. Esperamos que después de leer estas líneas os sintáis más capaces de elegir cada componente. Y lo más importante: recordad que el factor crucial es el equilibro. De nada sirve un equipo que sobresalga en un aspecto pero que cojeé en otro.
Periféricos
Las partes más importantes de tu PC son los componentes, las piezas principales que harán funcionar al equipo y que ya hemos visto más arriba. Pero sólo con ellos no podrás comenzar a jugar inmediatamente. También necesitas los llamados periféricos, que son los accesorios que hacen de “puente” entre tú y el sistema.
Los periféricos principales son el teclado, el ratón, el monitor, los altavoces y los auriculares. Lo bueno de estos accesorios es que los puedes reutilizar de tu anterior ordenador, y por lo general te durarán bastantes años, ya que no se quedan desfasados tan pronto como, digamos, una tarjeta gráfica.